Carcabuey es una preciosa villa del sureste cordobés que se encuentra ubicada en pleno corazón de las Sierras Subbéticas. Con una población que se aproxima a los 3000 habitantes y una altura de 639 metros sobre el nivel del mar ofrece una posición privilegiada al visitante ya que esta situado equidistante a las provincias de Córdoba, Granada, Jaén, Málaga y Sevilla.

Sus paisajes nos sumergen en la más profunda sensación de tranquilidad. Visitar Carcabuey es disfrutar de la apertura de sus gentes, de sus paredes blancas, de sus aguas, de sus sierras y tierras haciendo posible que todos aquellos que deseen acercarse a nuestro municipio encuentren un lugar idílico para el descanso, el ocio y el buen comer.

Carcabuey para visitar.

En lo más alto del cerro y divisando todo el pueblo se encuentra uno de los lugares más mágicos de Carcabuey, su Castillo. Parece ser que fue reconstruido alrededor del siglo XII aprovechando los restos de una plaza fortificada de origen romano bajo el control de la Orden de Calatrava. Su ideal emplazamiento y las murallas que parecen una continua elevación del terreno lo hace un lugar prácticamente inaccesible. Junto a él encontramos un aljibe árabe, que, incluso en nuestros días, conserva gran cantidad de agua. Bajando por su a la vez bella y escarpada pendiente, nos encontramos con la Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción. Esta parroquia data del siglo XVII y posee planta de cruz latina y ábside cuadrado, en su interior se guardan dos tallas de Cristo cuya autoría es de Alonso Mena Tras este edificio y como una sucesión de escalones engarzados entre naranjos paseamos por la calle del Castillo hasta llegar al centro del pueblo y su plaza: la Plaza Corta. Desde aquí nos dirigimos hacia otra de las calles más pronunciadas de Carcabuey: la calle del Pilar. Esta calle toma su nombre porque en ella se encuentra una majestuosa fuente de cuatro caños, de estilo dieciochesco tallada de cuerpo entero que embellece aún más esta pétrea joya del patrimonio Carcabulense, desde aquí dirigiendo nuestros paso por la calle de Obispo Pérez Muñoz conocida como Las Parras, nos acercamos al Templete de las Angustias, bella muestra de arquitectura popular del siglo XVIII en la que se venera una Piedad atribuida a la escuela granadina. Continuando por la calle Alta desembocamos en la plazoleta de San Marcos que toma su nombre de la ermita que allí se encuentra que en tiempos albergó un convento de la orden de San Felipe Neri.