En la aldea de La Celada, en el término municipal de Iznájar y bajo la Denominación de Origen del Aceite de Priego de Córdoba, la tradición olivarera se ha aliado con la tecnología para mejorar la calidad y eficiencia en la producción de aceite de oliva virgen extra. La Cooperativa Olivarera Nuestra Señora de la Piedad ha incorporado un sistema de análisis NIRS en continuo, una herramienta de vanguardia que ha transformado el proceso de extracción.
“Ahora lo vemos todo en vivo y en directo. Podemos tomar decisiones al instante y optimizar el proceso”, explican desde la entidad.
Gracias a esta tecnología, la almazara puede analizar en tiempo real la pasta de aceituna, ajustando parámetros de molturación, temperatura y adición de agua o talco. El resultado es un aceite más rico en polifenoles, más saludable y de mayor calidad, además de un uso más eficiente de los recursos.
La innovación para obtener más aceite en la primera extracción, con menor coste y mayor rentabilidad para los más de 260 socios de la cooperativa.
Este avance ha sido posible gracias al apoyo del Grupo de Desarrollo Rural de la Subbética (Grupo Subbética), que ha gestionado la ayuda a través del programa FEADER de la Unión Europea y la Junta de Andalucía.
“Este año estamos obteniendo más calidad, más rendimiento… y eso ha sido gracias al apoyo del GDR Subbética”, afirman con satisfacción desde la cooperativa.
Con más de 70 años de historia, la Cooperativa Nuestra Señora de la Piedad se mantiene fiel a su vocación agrícola, pero con una mirada decidida hacia el futuro. Este paso representa una apuesta firme por la modernización del sector olivarero, pieza clave de la economía local.
Tecnología al servicio del campo. Tradición que se renueva para asegurar el porvenir de un modelo cooperativo profundamente arraigado en la Subbética.