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ARTÍSTICA Y CULTURAL

Son numerosos los restos prehistóricos encontrados en CABRA y sus inmediaciones. El Asentamiento en la zona de la Villa Vieja se sitúa entre los siglos VII y VI a.C. donde se situó el enclave ibero identificado por Tito Livio como LICABRUM, la igabrum romana que alcanzó estatuto de latinidad con el emperador Vespasiano. Durante el período Visigodo CABRA vivió una de sus épocas de mayor esplendor que la convirtió en una de las sedes episcopales. Con la llegada de los musulmanes CABRA se convierte en capital de cora (provincia) y su producción más importante era el aceite de oliva. Alrededor del año 1240 es incorporada a la corona de Castilla hasta que en 1455 fue entregada a D. Diego Fernández de Córdoba a título de condado.

RECORRIDO TURÍSTICO

A la entrada de la ciudad, desde Málaga o Córdoba, nos encontramos el Castillo, fortaleza árabe con su espléndida Torre del Homenaje, hoy colegio de MM. Escolapias, que alberga en su interior un lienzo de enormes proporciones de Valdés Leal. Formaba parte del cerco de murallas que rodeaba toda la antigua Villa. Todavía perviven muchos de sus muros. El Ayuntamiento egabrense ha realizado un proyecto de reconstrucción de todo el entorno fortificado para poder conocer lo que fue este recinto en su tiempo.

Dentro del recinto amurallado, la Parroquia de la Asunción, antigua mezquita con cinco naves de arcos peraltados apoyados en 44 columnas de mármol rojo, y un magnífico retablo de Melchor de Aguirre del siglo XVIII del mismo material. En este entorno se halla el pintoresco y típico Barrio de la Villa Vieja.

Desde allí, no muy lejos, el Barrio de El Cerro, de casas de blanca cal, arcos y calles sinuosas. En este Barrio, la Iglesia de San Juan Bautista, donde se encuentra la piedra de consagración basilical del siglo VII. Saliendo de El Cerro, encontraremos la Iglesia Conventual de las Agustinas, templo del siglo XVII, y continuando por la calle Priego, es una delicia contemplar las casas señoriales, como el Centro Filarmónico Egabrense hasta llegar a la Parroquia de Santo Domingo, fundada en el siglo XVI, en cuyo retablo mayor se puede contemplar una magnífica colección de pinturas de los siglos XVI al XIX. Muy cerca, en la capilla de la Fundación Termens, encontraremos el Panteón de la Vizcondesa de Termens, obra de Mariano Benlliure.

Si decíamos que Cabra está privilegiada por la naturaleza, también a ello ha contribuido la mano del hombre, y como fiel exponente de ello nos encontramos con el Parque “Alcántara Romero”, uno de los parques públicos más amplios, antiguos y ricos en flora de la provincia cordobesa. Fue proyectado en 1848 por el Alcalde de quien toma nombre. Se le conoce popularmente como “El Paseo”. Numerosas fuentes refrescan a quien deambula por sus espacio y monumentos como los dedicados a Juan Valera, al poeta Pedro Iglesias, al cantaor Cayetano Muriel y al ilustre egabrense José Solís Ruiz.

Junto al Parque dos paradas: una para visitar el Instituto “Aguilar y Eslava”, uno de los pioneros centros docentes andaluces enclavado en una antigua casa señorial del siglo XVII, con bellísima portada de mármoles rojos. Y justo frente a él, se encuentra la Parroquia de Los Remedios, antigua ermita de Santa Ana, templo del siglo XVI reedificado en el primer tercio del siglo XVIII.

En la calle Martín Belda encontraremos la Casa de la Cultura, antigua sede del Banco de España, en el que podremos contemplar numerosas piezas, perfectamente catalogadas, que dan fe del rico y diverso tesoro que constituye la arqueología local y del cruce de culturas que encierra el subsuelo egabrense. Este edificio alberga la biblioteca Pública Municipal “Juan Soca”, la Delegación Comarcal de la UNED, elc Cinestudio Municipal y la Oficina de Turismo.

No podremos terminar este recorrido cultural y monumental sin visitar cerca de aquí, el Círculo de la Amistad, antiguo claustro conventual, de patio porticado con fuente central que nos retrotrae a la lectura de D. Juan Valera. Junto a él la Iglesia Barroca de San Juan de Dios.

Este sería un recorrido esencial para conocer una bella ciudad. No podemos olvidar su aspecto urbanístico, sus calles señoriales, su centro comercial, su Casa Consistorial, el Parque de la Tejera, inmensa zona verde que cruza la ciudad, sus afamados restaurantes y bares de exquisitas y típicas tapas y su permanente oferta cultural. Pero por encima de ello, Cabra destaca por ser ciudad hospitalaria, donde el viajero se sentirá como en su casa.

GASTRONOMÍA.

Los platos típicos egabrenses están en función de la tierra y el agua de cuyo sagrado conjunto suele surgir su privilegio gastronómico. La huerta y la sierra se unen para darnos su riqueza culinaria. De la primera, su fresca verdura, con suculentos potajes, y de la segunda, sus sabrosas carnes, con magníficos adobos.

Alimentos de origen condimentados con indiscutible habilidad culinaria, dan como resultado platos como el potaje, el gazpacho, o las espinacas con garbanzos; sin olvidarnos de los postres y dulces propios de cada época del año, como son las gachas del día de los Santos, o los pestiños y gajorros de Semana Santa. Mención aparte merecen las bizcotelas de las monjas Agustinas.

FIESTAS

El calendario festivo egabrense es amplio y variado y como en la mayoría de los pueblos y ciudades de Andalucía, gira en torno a celebraciones religiosas. Algunas con más de quinientos años, como la Semana Santa, otras más recientes pero con amplio calado popular, las fiestas, verbenas y romerías que se celebran en Cabra durante todo el año son el exponente del sentir de sus gentes, alegres, abiertas y hospitalarias.

Semana Santa: Es una de las fiestas grandes de Cabra. De Domingo de Ramos a Domingo de Resurrección, veintisiete cofradías hacen estación en la Semana Santa de Cabra. El rico patrimonio imaginero acumulado durante cinco siglos, un exquisito gusto en el exorno de los pasos, el orden y la brillantez en los cortejos procesionales hacen de la Semana Santa de Cabra una de las más sobresalientes de Andalucía, declarada por ello de Interés Turístico Nacional.

Cruz de Mayo: (del 1 al 3 de mayo).En el viejo barrio del Cerro se celebran concursos de patios y cruces en uno de los barrios que ha sabido conservar su sabor andaluz de callejas angostas y casas de cal.

Romerías al santuario de la Virgen de la Sierra: Durante todo el año y especialmente en verano, tienen lugar las “romerías”; peregrinaciones al santuario de la patrona organizadas por entidades y asociaciones locales. Especial relevancia tiene la Romería Nacional de Gitanos (mediados de junio) en la que la imagen de la Virgen de la Sierra se procesiona alrededor de la ermita al son de las “alboreás” y las “pelaillas” que los calés le ofrecen a su “Majarí”.

Feria y Fiestas de Ntra. Sra. de la Sierra: (del 3 al 8 de septiembre). La proclamación de la reina de las fiestas y el pregón son el prólogo de estas fiestas declaradas de Interés Turístico Nacional. El día 4 de septiembre tiene lugar “la bajá” de la Virgen desde el santuario a hombros de sus costaleros. El día 8 de septiembre día de la Virgen, es el día grande de las fiestas. El programa oficial incluye actividades deportivas, taurinas, culturales, la batalla de flores, etc.

PRIVILEGIO DE LA NATURALEZA

Es la puerta al Parque Natural de la Subbética y el Centro Geográfico de Andalucía. El visitante que acude a la bella ciudad egabrense, puede comprobar inmediatamente las características que la definen: Es una zona privilegiada por la naturaleza al conjugar en su fisonomía la agreste sierra y el rico vergel de sus verdes y afamadas huertas.

Destaca sobremanera por la idiosincrasia cultural de sus gentes, sus instituciones y su entorno. Su dilatada historia, le han dado a Cabra esa impronta cultural de la que sus habitantes hacen gala.

De obligada visita: la Fuente del Río, nacimiento del río Cabra, paraje declarado sitio de interés natural, y donde se inicia como una muralla la Sierra de Cabra. La excepcional conjunción de agua y piedra constituye la mejor puerta de entrada al Parque Natural de las Sierras Subbéticas y el Santuario de la Virgen de la Sierra de Cabra, auténtico mirador de la Subbética, donde nos asombraremos con la vista desde El Picacho de 1.217 metros de altitud. Su ermita de origen medieval fue reconstruida a finales del siglo XVI y acoge en su camarín a la Venerada imagen de la Patrona de Cabra y Alcaldesa Perpetua, María Santísima de la Sierra.