Nace la Quesería tradicional en La Celada con el impulso del Grupo Subbética

Un proyecto que transforma leche de cabra en quesos artesanales y oportunidades de futuro en pleno corazón de la Subbética.

En la pequeña aldea de La Celada, en el municipio de Iznájar, la tradición quesera ha encontrado una nueva vida gracias a la pasión de un joven emprendedor y al respaldo del Grupo de Desarrollo Rural Subbética (GDR). Con una inversión que supera los 60.000 euros, este proyecto representa mucho más que la apertura de una nueva quesería: es la materialización de un sueño y una apuesta firme por el desarrollo económico y social del entorno rural.

La quesería, de carácter artesanal, elabora productos como queso fresco, semicurado, curado y requesón, todos a partir de leche de cabra de producción propia. El impulso del GDR Subbética, a través de fondos europeos FEADER y la Junta de Andalucía, ha sido determinante para dotar a la instalación del equipamiento necesario, desde maquinaria especializada hasta cámaras de conservación y reformas estructurales que han hecho posible su puesta en marcha.

“Solicité la ayuda al Grupo porque nuestra idea era montar una quesería junto a una ganadería caprina, y gracias a esa subvención pudimos empezar desde cero. Desde ahí, empezamos a trabajar… y hasta hoy”, explica el promotor de esta iniciativa, quien ha pasado de ganadero a maestro quesero con el objetivo de diversificar su actividad y generar empleo en la zona.

Más que un negocio, esta quesería nace de una vocación y de un legado familiar que busca mantener viva la esencia de los productos locales, apostando por la calidad artesanal, la sostenibilidad y el arraigo al territorio.

“Vivir en el mundo rural es distinto: los horarios los marcamos nosotros, y eso también mejora nuestra calidad de vida”, comenta el emprendedor, subrayando el valor de emprender en un entorno que permite conciliar desarrollo económico y bienestar personal.

Este proyecto es un ejemplo tangible de cómo las ayudas gestionadas por el Grupo Subbética no solo dinamizan la economía, sino que también consolidan el tejido social, fijan población en las aldeas y promueven un desarrollo sostenible que respeta las raíces culturales de la comarca.

Apoyar lo local es apostar por el futuro, y esta nueva quesería en La Celada es prueba de ello.