En la calle La Huerta de Doña Mencía, el aroma a pan recién hecho sigue siendo el mejor reclamo. Pero ahora, tras una reciente renovación, la panadería Gómez Pliego no solo huele a historia y tradición, también luce una imagen renovada, moderna y acogedora gracias a una subvención gestionada por el Grupo de Desarrollo Rural de la Subbética (GDR Subbética).
Este histórico negocio familiar, que desde 1927 ha sido parte esencial de la vida diaria de los vecinos, ha estrenado un nuevo despacho de venta equipado con mobiliario actualizado, vitrinas con control de temperatura y mejor iluminación, así como paneras que preservan la calidad de sus productos artesanales. Todo ello con el objetivo de ofrecer una mejor experiencia al cliente sin renunciar a la esencia de siempre.
“Solicitamos la ayuda al GDR para darle una reforma al despacho, que estaba tal como se montó en 1927. Queríamos actualizarlo para mejorar la venta y atraer a más clientela”, explica uno de los responsables del negocio.
Gracias a esta intervención, la panadería no solo ha ganado en imagen, sino también en funcionalidad. Las paredes y suelos revestidos con panelados de madera refuerzan un ambiente más limpio y acogedor, mientras que la incorporación de equipos informáticos abre paso a nuevas formas de atención y venta adaptadas a los tiempos actuales.
“Mi experiencia con el GDR ha sido muy buena. Desde siempre su personal ha estado muy atento con nosotros. Cualquier necesidad que teníamos, siempre la hemos tenido cubierta”, subrayan desde la panadería.
Este proyecto ha sido posible gracias al impulso del Grupo Subbética, dentro de la estrategia de desarrollo rural sostenible financiada por la Unión Europea a través del programa FEADER y la Junta de Andalucía. Una muestra más de cómo las ayudas europeas y la gestión local están contribuyendo a modernizar los pequeños negocios de la comarca sin perder sus raíces.
Panadería Gómez Pliego: donde la tradición sigue viva, ahora con una nueva cara.